A raíz del accidente laboral que tuve hace 2 meses, y del que aún estoy de reposo, me tocó ir ayer a la Inspectoría del Trabajo y al Inpsasel.
No puedo decir que fue titánico porque Dios abrió mis caminos y el hecho de que estuviera con faja y casi coja me ayudó mucho, pero fue una experiencia que me puso a analizar muchas cosas.
Primero, la empatía para con la gente que dura horas y horas, días y días, para hacer un trámite en la administración pública (aunque la administración privada se le acerca bastante) que aún así los mantengan parados, sentados en escaleras, en plena calle, en fin, en condiciones nada agradables para NADIE, mucho menos personas mayores o enfermas.
Segundo, el que al parecer ha sido un requisito indispensable en la atención al cliente, en cualquier administración, la mala atención al público, por no decir las flojera de trabajar decentemente bien, entender que TODOS somos personas.
Tercero, la idea de crear un Organismo que vele por la salud y seguridad laboral es algo muy bueno, pero como casi todo, no se puede pretender que tan solo la idea ya va a solucionar un gran problema.
No sirve de mucho que estén las instalaciones cuando no existen suficientes Médicos Ocupacionales para toda la población, y mucho menos si en las sedes sólo atienden 6 personas por día.
Es casi inconcebible que una persona que sufre un accidente laboral y va al Inpsasel en Abril del 2009 obtenga un cita para evaluación médica con fecha de Marzo del 2010. ¿La excusa/explicación? No hay suficientes médicos ocupacionales y cuando tienen duran poco porque las empresas privadas les ofrecen mas dinero....Es mas que obvio.
Debo acotar que conseguí mucha buena gente que me cedió sus puestos, me ayudaron a agilizar mis procesos e incluso lo que llamaron un milagro: La secretaria de la doctora cambió mi cita del 2010 para hoy. Obviamente estoy sumamente agradecida, pero...¿Qué pasa con todos aquellos que también están en una situación similar o peor a la mía?
Como dije al principio: EMPATÍA, pero eso no sirve de mucho.
Con un tiempo de proceso tan largo es mas que comprensible que las empresas privadas casi se rían al nombrarseles el Inpsasel, ya que ellos saben que todo el proceso es larguísimo y que en su desarrollo la gran mayoría de las personas simplemente dejan las cosas así, ya sea porque ya no trabajan para la empresa o porque se cansaron de esperar. Entonces es ahí donde la muy buena idea de ayudar a la población en el área de seguridad laboral se frustra y se vuelve agua entre los dedos. No es funcional, no es ejecutable, no es infalible, no es ni siquiera práctico.
Supongo, quiero suponer, que con el tiempo las cosas mejorarán. Las empresas privadas sabrán que los empleados SI tienen un apoyo del gobierno en este sentido y que están amparados.
Tristemente quedé como con un vacío, porque no hay verdaderas "armas" para ayudar/apoyar al empleado a la hora de un accidente laboral o enfermedad ocupacional. No veo que haya hecho una gran cosa con solo haber obtenido una carta que le diga a la empresa donde trabajo qué cosas puedo hacer y qué cosas no puedo.
En fin, que de un modo y otro siento que perdí un día y medio en procesos que no me llevaron al lugar donde quería ni resolvieron mi problema. No me quejo de la rapidez, mas bien agradezco a todos los que hicieron que MI proceso fuera mas rápido, me quejo de que una buena idea no puede quedarse solo en eso. Debemos saber que las ideas deben ser prácticas y sustentables para que rindan los frutos que esperamos y no para que decepcionen a la población que se siente mas bien burlada en su buena fe.